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Cada vez que vamos a donar sangre nos extraen 450cc, algo menos de medio litro de sangre total. Sangre total quiere decir que lleva todos los componentes sanguíneos: glóbulos rojos, glóbulos blancos y plaquetas.
¿Qué pasa después de la donación?
Recuperación de sangre donada
Lo importante es recuperar el líquido perdido. Es por eso por lo que el personal sanitario insiste tanto en que se consuman líquidos (agua, refrescos..) tanto antes como después de la extracción. Los componentes sanguíneos se irán recuperando poco a poco a lo largo de unas semanas.
Procesamiento de la sangre
Antes de llenar la bolsa, se extrae un tubo de analítica para analizar la sangre. En el laboratorio se comprueba el grupo sanguíneo y el Rh y se realizan pruebas para evitar que se trasmita ninguna infección.
Por otro lado, la bolsa de sangre que se extrae se fracciona. Es decir, se separan los componentes sanguíneos para poder ser transfundidos. Por lo que se forman concentrados de hematíes, concentrados de plaquetas y plasma. Cada uno de estos concentrados tiene una indicación precisa para cada enfermo. Aunque también puede ser transfundida la bolsa con todos los componentes, sin ser fraccionada.
Componentes sanguíneos
Glóbulos rojos o hematies
En el interior de estos se encuentra la hemoglobina que es la encargada de transportar el oxigeno desde los pulmones a todas las partes del cuerpo.
Glóbulos blancos o leucocitos
Son parte del sistema inmunitario del cuerpo y nos ayudan a combatir infecciones u otras enfermedades.
Plaquetas o trombocitos
Su función es formar coágulos que ayudan a curar las heridas y prevenir el sangrado.
Plasma
Es la parte líquida de la sangre en la que no se encuentra ninguna célula. Su propósito es transportar los nutrientes, hormonas y proteínas y las células depositan los productos de desecho para que sean eliminadas.