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En España se realizan alrededor de siete mil transfusiones de sangre cada día, lo que se traduce en numerosas vidas salvadas, más otro buen número de pacientes receptores que mejoran su salud, gracias a la generosidad de poco más de 1,7 millones de donantes, que existen en el país.
Si bien es cierto con esta cantidad se han podido satisfacer los requerimientos de sangre durante los últimos 5 años, es natural que más personas, incluyendo las que padecen de diabetes quieran ayudar en situaciones en las que se necesiten donantes de sangre, por lo que, si le han diagnosticado diabetes, es posible que tenga preguntas al respecto.
Donantes con diabetes tipo 1 y tipo 2
Uno de los requisitos para donar sangre en España, es tener buena salud. Sin embargo, hay excepciones en los potenciales donantes con diabetes. A los que se les exige tener sus niveles de azúcar, bajo control el día de la transfusión, además de tener otras condiciones igualmente bajo control como, por ejemplo, la presión arterial.
En países como los Estados Unidos de Norteamérica, Canadá o Australia, si no hay complicaciones, las personas con diabetes tipo 1 o insulino dependientes pueden donar sangre. Al contrario de España, donde la normativa vigente prohíbe que los pacientes diabéticos que necesiten tratamiento de insulina donen sangre.
En el caso de las personas con diabetes tipo 2, estas si pueden donar sangre, siempre y cuando estén debidamente controladas y que para el momento del proceso de la transfusión se encuentren dentro de la normalidad requerida, en sus niveles de glucosa y salud en general.
Donantes con enfermedades cardíacas y medicamentos
En los centros y servicios de transfusiones de España, además de la diabetes, preguntarán sobre otras afecciones y medicamentos que pueda estar tomando el donante.
En caso de no padecer enfermedades cardíacas, los pacientes con diabetes pueden donar sangre, siempre y cuando estén bajo tratamiento médico, se encuentren estables y no hayan tenido problemas en los últimos seis meses, como dolores en el pecho o dificultad para respirar.
En caso contrario, tienen que esperar seis meses, después de los episodios de dolor en el pecho y dificultad para respirar. Así, como luego de intervenciones de corazón y otros procedimientos, tales como cateterismos cardíacos. Si el tratamiento con medicamentos, para el corazón ha sido cambiado, también se debe esperar seis meses contados, a partir del cambio, hasta que se esté estable con ellos.
Los medicamentos para la diabetes generalmente no impiden ser donante de sangre, pero hay una lista de algunos que no deben tomarse si se va a donar, incluidos los anticoagulantes.
¿Cómo prepararse para la donación de sangre?
A continuación, algunos consejos, para estar listo para la donación de sangre:
Si el donante no se siente bien el día de la donación, se recomienda la reprograme para otra fecha, hasta que esté en su mejor nivel de salud. El proceso de transfusión de sangre es bastante tedioso, y muchas personas, al terminar, se sienten débiles y fatigadas. De ahí la importancia de estar en el mejor estado de salud ese día.
Además de mantener los niveles de azúcar en la sangre y A1C en su lugar, como consecuencia de los cambios apropiados en el estilo de vida, el donante con diabetes debe asegurarse de comer, adecuadamente, durante varios días, antes del proceso de donación.
Cuando se padece diabetes, el beber líquidos, principalmente agua, ayuda a hidratarse antes de donar sangre. Se debe evitar la cafeína el día del proceso de transfusión y no consumir bebidas alcohólicas.
Importante comer alimentos ricos en hierro durante varios días, antes de donar sangre. Estos ayudan a aumentar la hemoglobina en la sangre. Por lo tanto, se recomienda comer espinacas, verduras, pescados, pollo, carne roja; así como judías, pasas, cereales y otros alimentos que contengan hierro.
Siempre se debe prescindir de los alimentos con un alto contenido de grasa, pero es particularmente importante hacerlo el día de la donación de sangre, ya que estos pueden afectar los análisis de sangre, que se realizan para determinar la elegibilidad del donante.
Si hay una cantidad excesiva de grasa en la sangre, el centro o servicio de transfusión, no podrá realizar los exámenes, para detectar posibles procesos infecciosos, que puedan afectar al receptor.
Por último, es importante dormir al menos ocho horas, antes de la donación de sangre. Reposar lo suficiente, ayuda a evitar la fatiga de los donantes después del proceso.